El Pecado en la Sociedad

25.8.11

El ¨Pecado" en la Antigua Grecia

En la Grecia Antigua no se reconocía el pecado como lo hacemos en la actualidad ya que esta perspectiva empezó a verse con la aparición del  judaísmo, pero mientras tanto el pecado era algo así como simplemente no hacer lo correcto, transgredir las reglas. Los griegos usaban el vocablo “Hammartia” que lo podemos traducir como “no dar en el blanco”, “desatinar”, “no cumplir con la meta”, que nos induce a pensar que para los griegos vivir al margen era lo justo y excederse se veía como una falta. Antes de la consolidación de la lengua griega e incluso antes del arameo  la palabra pecado se usaba también para referirse al olvido; podemos deducir que esto era debido a que se olvidaban las buenas maneras, se olvidaba la correcto y se dejaba de tener presente, es decir, dejaba de ser un factor a tener en cuenta a la hora de elegir la manera de proceder. 

La religión griega presentaba una gran gama de dioses y diosas a los cuales se les podía ofrecer culto y rendir tributo, poniendo en sus manos y en su nombre todas la hazañas y proezas que se realizaban, también acudiendo a dicho dios para sortear los diferentes obstáculos que se iban presentando en el camino. Pero, a diferencia de las religiones cristianas, los griegos no identificaban a los dioses con los conceptos de bondad, justicia, equidad e igual sino que los mostraban como seres caprichosos, irascibles y cuya voluntad era tan voluble y cambiante como el viento. Debido a esto las personas tenían que ser constantes respecto a quien iban a ofrendar sus proezas dado que al complacer a un dios se corría el riesgo de disgustar a otro, es decir, a incurrir en pecado así él y el dios a quien servía no lo consideraran pecado. Esto pasaba incluso en las relaciones entre dioses, claro ejemplo de esto es el mito de las estaciones:

  • EL RAPTO DE PERSEFONE:
“Hades, dios del inframundo quería desposar a Perséfone, diosa de la naturaleza e hija de Zeus y de Deméter, diosa de la abundancia, quien siempre estaba cerca de Perséfone para mantener la naturaleza alegre y en armonía. Perséfone siempre fue reacia a la idea de pasar la eternidad en el inframundo con Hades por lo que se mostraba indiferente a las insinuaciones de este. 

Un día Perséfone se encontraba en un campo de rosas, en Enna, recogiendo algunas flores para decorar el santuario de su padre, cuando de repente, toda la naturaleza se volvió árida y sin vida, abriéndose después una grieta oscura en el suelo de la que salió Hades, quien se llevó a Perséfone al inframundo a la fuerza. Esto causo la agonia infinita de Deméter, la cual estaba sumida en el dolor y la tristeza además de provocar la ira de Zeus quien obligo a Hades a devolver a Perséfone a la tierra.

Para esto Zeus envió a Hermes a rescatarla; Hades solo puso una condición para liberar a Perséfone, ella no debía comer ningún fruto en todo el trayecto. Cuando Hermes y Perséfone salían del inframundo, Hades la engaño para que comiese de la granada, fruta del infierno. Perséfone comió seis semillas por lo que estaba obligada a pasar un mes en el infierno por cada semilla que había comido. Así cuando Perséfone estaba con su madre la naturaleza resplandecía de vigor, pero cuando regresaba al infierno la naturaleza se tornada fría y sin vida, dando así origen a las estaciones.”  

Esta historia es un claro ejemplo de cómo en la antigua Grecia no se tenía un concepto de pecado como el que tenemos hoy en día, sino que de cierto modo se ignoraba, se entendía el pecado como algo subjetivo y dependiente de la maleable voluntad de cada dios en particular.

Otro detalle que podemos extraer del mito de las estaciones es el hecho de que tiene un fuerte parecido con las historia del pecado plasmado en la Biblia. Podemos deducir esto basándonos en dos hechos fundamentales. Primero en el que en ambos, el pecado no nace de las profundidades del alma sino aparece como un factor externo que se liga a la naturaleza del hombre, que se integra y empieza a coaccionar con los componentes humanos. Lo segundo es que, en ambos, el objeto para seducir es un fruto, un regalo de la tierra hacia el hombre; de esto podríamos decir que es una metáfora del hecho de que el pecado está presente de manera continua y duradera en la Tierra o bien podríamos interpretarlo en el sentido de que el mundo, como contexto para la interacción humana siempre va a mantener una relación entrañable con el pecado. ¿Cuál es la correcta? Esto sería muy difícil de decidir ya que una de las características principales de la religión es que siempre está abierta a la interpretación y la mirada diferente de todo aquel que se trata de entenderla más de cerca.

Pero había una falta que era castigada por todos los dioses y era poner la voluntad humana por encima de la voluntad de los dioses, esto lo podemos ver en la historia de Prometeo, 

  • EL CASTIGO DE PROMETEO:

quien desobedeció a Zeus al darle el fuego a los hombres quien se los había quitado en castigo por una triquiñuela anterior de Prometeo; por lo que fue encadenado en la pico del monte Cáucaso donde  cada día tres cuervos le comerían el hígado, pero durante la noche el hígado le crecería de nuevo. Así fue condenado Prometeo al dolor eterno por desobedecer a los dioses.

De nuevo el peculiar parecido entre esta historia y el actuar cristiano es el hecho de que en ambos tradiciones religiosas es un pecado imperdonable el poner al hombre y los impíos deseos de la carne por encima de Dios; lo que nos remite directamente al primer mandamiento de la ley de Moisés: “Amaras al Señor tu Dios sobre todas las cosas”. Quizás el judaísmo tomó las raíces greco-romanas de cierta manera las sincretizaron a su fe. Posiblemente, debido a esto el cristianismo tuvo esa gran acogida y expansión en la Roma pagana del siglo I. 

En esta misma sociedad griega había un término muy curioso; el llamado “Hybris” que concebiríamos como el ego exagerado, la petulancia y la altivez desmesurad. De nuevo podemos acudir a la amplia y detallada cultura literaria que nos dejaron los griegos, quienes al parecer disfrutaban plasmar los más carnales aspectos de la humanidad en fabulas y leyendas fantásticos, quizás para demostrar que nada en el universo es perfecto a excepción del universo mismo, ¡interesante paradoja! Pero esta vez nos valdremos de la leyenda de Ícaro:

  • LA CAÍDA DE ÍCARO

“Ícaro, hijo del arquitecto Dédalos constructor el laberinto de Creta, fue encerrado junto con su padre en la torre del laberinto para que, según órdenes del rey Minos, nadie pudiera nunca conocer el camino para atravesar el laberinto. Ícaro y Dédalos quería escapar, por lo que se construyeron un par de alas de cera cada uno. Dédalos le advirtió a Ícaro que no volara muy cerca del sol porque derretiría las alas y no tan bajo porque el agua del mar las mojaría y lo haría descender.

Acto seguido partieron, al principio no hubo contratiempo pero Ícaro olvido los concejos de su padre y empezó a ascender con el deseo de alcanzar el carro de Helios; esto no fue de agrado para el dios, el cual hizo arder el carro intensamente lo que provocó que las alas de Ícaro se desprendieran y esta callera trágicamente al mar, muriendo así.”

En la narración se muestra claramente como Ícaro fue castigado por su “Hybris”. Curiosamente, esta historia nos remite a otro relato del cristianismo, el cuento de la Torre de Babel, en el cual los constructores de la torre fueron castigados  por Dios con la desorientación de las lenguas debido a la osadía y la presunción de querer hacer que la torre ascendiera hasta los cielos, dando origen así a los idiomas.

Otro ejemplo que podemos usar para diferenciar el pecado visto en la antigua Grecia a como se ve en la modernidad en analizando el rito del “erastes eromenos” (traducido literalmente “amante amador”) que consistía en que un hombre mayor (28 a 33 años, el eromenos) se juntaba con un joven entrado en la pubertad (16 a 19 años, el erastes) en relación carnal dado que consideraban esto una parte esencial de su cultura por el hecho de que el eromenos seria del momento del rito en delante de la educación del erastes en especial de su entrenamiento para la guerra. Ya para los tiempos de Homero era una tradición arraigada a la mentalidad griega e institucionalizada como acción educativa y de formación moral. Para los griegos la controversia no era el hecho de que un hombre se sintiera atraído por otro sino el cómo se expresaba este sentimiento.

Si para estos tiempos, en nuestra sociedad se re institucionalizara el “erastes eromenos” seguramente más de sacerdote se daría a la misión de predicar la castidad y excomulgar a todos los que no lo acepten. Pero esta cuestión no es respecto a la reacción sino de cómo se puede interpretar un mismo hecho de manera diferente al tener en cuenta el contexto. Para los griegos esto era sumamente normal e incluso comprensible, ya que las mujeres se mantenían recluidas en el hogar en cuanto el hombre interactuaba y cumplía con sus obligaciones sociales. Por otro lado, hoy se consideraría como las señales de los días postreros, ya que dejemos que la pederastia y el adulterio se apoderaran del planeta. Son perspectivas totalmente diferentes, lo que nos demuestra que el pecado y su manera coaccionar es dependiente de la sociedad y el tiempo/espacio que en se analice.

Otra historia de la que podemos extraer varias pistas acerca de la visión que tenían del pecado los griegos es la leyenda de la caja de pandora que va más o menos así:

  • LA CAJA DE PANDORA

“Pandora fue la primer mujer puesta en la Tierra. Fue moldeada de arcilla, llena del don de la vida, portadora de gracia y belleza, hábil para los trabajos de hilar pero sobre todo con un atributo de mentiras, seducción y carácter inconstante; todo puesto así por órdenes de Zeus quien quería vengarse de los hombres por las supercherías juagadas por Prometeo.

Pandora fue regala a Epimeteo, hermano de Prometeo como obsequio de los dioses. Anteriormente a Epimeteo se le había encargado la tarea de custodiar un arca mística que jamás debería ser abierta. Epimeteo acepto a Pandora como esposa a pesar de las advertencias de Prometeo de no aceptar ofrendas de los dioses. En una ocasión Pandora quedo sola en casa y, al no aguantar la curiosidad abrió el arca la cual contenía todos los males de la humanidad”  

Aquí se muestra otra similitud con la teoría que marca el cristianismo acerca del origen del pecado. En ambos es liberado por una mujer, tal vez por el hecho de que en la antigüedad se veía a la mujer como causante de discordia y deseos carnales impuros y, en ambos, el pecado es liberado en el mundo por culpa de la curiosidad. Estas historias (Pandora y el pecado Original), nos inducen a pensar que la humanidad simplemente debe coexistir con y en el mundo, apaciguar su ímpetu investigativo y no buscar respuestas ya que en ambos casos  la historia termina mal.

3 comentarios:

  1. Me encantó. Debo hacer un escrito para mi clase de literatura, y puedo elegir el tema que desee, pero debe tener como base desde los antiguos griegos hasta la edad media, pensaba hacer una comparación del concepto de "pecado" entre antiguos griegos y en la edad media. Si tienes bibliografía o cualquier cosa que me puedas recomendar te estaría muy agradecido.

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  2. Esto me ayudo mucho, ya que mi profesor nos puso a hacer un ensayo sobre los pecados en la mitologia griega, Y la informacion me ayudó mucho. Gracias!

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